Con sus 768 metros de altitud, Rocca Priora tiene el récord de ser el municipio más alto de Castelli Romani (Castillos Romanos). Además de ser el pueblo más frío de todos, con nevadas aún hoy abundantes casi cada invierno. Y es precisamente el manto blanco el que en el pasado hizo de Rocca Priora un lugar de éxito, ya que se le llamó «il nevaio di Roma» (el campo nevado de Roma) y basó su economía durante siglos en el comercio de la nieve. El Santuario della Madonna della Neve (Santuario de la Virgen de la Nieve) recuerda y atestigua la estrecha relación que el pueblo ha tenido siempre con esta particular característica climática.
Un paseo por las pintorescas callejuelas del centro histórico, resguardado en el lado de una alta colina orientada hacia el monte Ceraso, evoca tiempos pasados y permite disfrutar, desde el mirador situado en lo alto del pueblo, de uno de los panoramas más atractivos de Castelli Romani hacia Roma y los montes Tiburtinos, Prenestinos y Ernicos.