Asomado espléndidamente al lago de Albano desde el borde del cono volcánico, Castel Gandolfo es conocido por la belleza de la naturaleza que lo rodea y por la elegancia de su centro histórico circundado por muros, lo que ha hecho que sea elegido como uno de los pueblos más bellos de Italia. Pero el pueblo es famoso principalmente porque aquí se encuentra el Palacio Pontificio, en el que los papas han pasado las épocas de reposo estival desde los primeros años del siglo XVII. Por otro lado, Castel Gandolfo y sus alrededores han sido lugar predilecto para la construcción de residencias de verano desde la antigua Roma, primero de familias patricias y emperadores, y más tarde de figuras del alto clero y de la nobleza romana. Los restos de la Villa de Domiciano, de los que forma parte el Ninfeo Bergatino, son testimonios de la época romana. Las villas y demás residencias conservadas hoy día, como la Chiesa di San Tommaso di Villanova (Iglesia de Santo Tomás de Villanueva), se edificaron por lo general a partir del siglo XVII, es decir, cuando Castel Gandolfo pasó a ser propiedad de la Santa Sede. Sin embargo, la historia de Castel Gandolfo es mucho más antigua, ya que sus orígenes se remontan a la ciudad de Alba Longa.
Festivales y ferias
Feria de los Melocotones – durante el último domingo de julio el centro histórico se llena de personas que degustan bebidas, marmeladas, dulces y macedonias, todas a base de melocotones. El domingo por la mañana algunos jovenes castellanos en traje atravesan el pueblo hasta Palacio Pontificio, para ofrecer cestos llenos de fruta para demostrar la devoción al Santo Padre. Durante el …
Read more