Tiempo atrás, esta zona estaba cubierta por viñedos y campos cultivados; hoy en día, Grottaferrata es uno de los lugares residenciales y de veraneo más elegantes y concurridos de Castelli Romani. La pequeña localidad es conocida principalmente por la presencia en su territorio de la Abadía de San Nilo, en torno a la cual se ha desarrollado el centro urbano a lo largo de los siglos y que constituye aún hoy su principal atractivo. La abadía alberga a religiosos basilios que practican el rito bizantino, inherente a la Iglesia de Constantinopla. El monasterio se fundó aproximadamente 50 años antes del Cisma de Oriente y, tras este momento, el cenobio se mantuvo fiel a la Iglesia de Roma, por lo que los católicos pueden participar del rito bizantino que se celebra en la Abadía de San Nilo y acercarse a los sacramentos.
Grattaferrata es también famosa por la histórica Feria Nacional, que tiene lugar cada año al inicio de la primavera desde el siglo XI, época en la que numerosos peregrinos y mercaderes comenzaron a acudir periódicamente a la Abadía.
Junto al centro urbano, cabe destacar, por su excelente estado de conservación, las Catacumbas Ad Decimum y las ruinas de la antigua ciudad de Tusculum, destruida en el año 1191, a la que pertenecía el territorio de la actual Grottaferrata.